sábado, 11 de diciembre de 2010

Federacion: Miguel Catani: MUCHACHO DE BARRIO

Luego de 7 años de gobierno en la ciudad de Federación, el Partido Justicialista consagra en el sillón de presidente del Honorable Concejo Deliberante a un referente que reúne las cualidades coincidente con los máximos postulados de ese histórico movimiento.
Fiel exponente de las clases humildes, Miguel Alejandro Catani, con tan solo 32 años de edad, alcanza un lugar de poder, al que se suele arribar reuniendo una trayectoria política y se ameritan virtudes que muchas veces desconocen las cualidades de este muchacho de barrio, de cuna peronista, nacido en el seno de una familia humilde, que tal vez se hizo presente alguna vez en el partido justicialista exhibiendo esa condición.

Quiso el destino que ese lugar reservado para los honorables, como lo marca su denominación, recayera en Miguel. Esa misma entidad - la de honorable - fue sentenciada en esta ocasión por la conocida frase "la política es el arte de lo posible", qué paradoja uno de los latiguillos que más le gusta agitar a quien más férreamente se opuso a esta designación: Marcelo Daniel Rastelli, concejal del PJ. Esta vez, la condición de honorable, le fue reconocida a Miguel Catani, egresado en el año 1997 de Perito en Bachiller para Microemprendimiento.

Rompiendo los tradicionales esquemas de la política, y hasta de la sociedad, uno de los 9 hijos de Catalina Gómez, es consagrado en uno de los más respetables escalones de la política, cargo para el cual se definió como "muy capacitado" ni bien asumió. De esta manera Miguel, "El Nino", se codea con el poder, dándole una lección a quienes creen que en la política hay que representar posturas de ocasión, o hablar en nombre del pueblo. Su estilo quizá sea más simple, y por eso sólo necesita hablar en nombre de su sector, sin ocultar su origen.

Con su frescura y con la misma humildad que lo caracterizó siempre, así como el convencimiento para defender lo que cree; subió al estrado el viernes a la mañana, ni bien se definió la elección de presidente del Concejo Deliberante para 2011, y la emoción le jugó una mala pasada, "quiero mencionar a la Cata y Pocholo que deben estar muy orgullosos al ver donde llegó su hijo", alcanzó a decir con la voz entrecortada, en una mención que estaba dirigida a sus dos padres ya fallecidos.

La cita lo pinta de cuerpo entero, un muchacho sencillo, con una vida más cercana a los sentimientos que a lo material, que supo del sacrificio, de la lucha cotidiana; tendrá por delante un año al frente de un cuerpo deliberativo que es el mejor reflejo de la democracia: qué honor para alguien que se crió "de alpargatas", si se me permite la expresión.

Dijo que se siente capacitado, nadie puede dudarlo, la señal de todas maneras ya está dada. En las sociedades, tarde o temprano, las lecciones se aprenden. Y quizá la presencia de este muchacho como el presidente del Concejo Deliberante más joven de la historia, padre de Nicolás (7años), esposo de Silvia Flurín, que hace poco la política le permitió alcanzar una casa de un plan de viviendas; le indique a la política, y a la forma de hacer política en la actualidad, que a las condiciones las imponen los tiempos, no las tradiciones.



Eduardo Martinez ( Publicado en la edición digital de El Federaense)

No hay comentarios:

Publicar un comentario