Este comentario apareció en un medio de Concordia y muestra la inutilidad de los recursos gastados en programas enlatados que no tienen ningún resultado positivo en la inserción de los jóvenes en el empleo.
Menos mal que lo dice un funcionario de Bordet y no nosotros que "...siempre mentimos..."
El programa nacional “Jóvenes con más y mejor trabajo” funciona en Concordia desde 2009 bajo la órbita de la dirección Municipal de Trabajo y Capacitación, a través de la oficina de Empleo, y contiene a 2000 chicos de entre 18 y 23 años que perciben un incentivo de $400 pesos mensuales para capacitarse, y participar de los talleres que dicta la oficina, para tratar de mejorar las posibilidades de obtener empleo. No obstante, de los 2000 solo uno fue contratado definitivamente en un supermercado y otros 34 trabajan en la modalidad de pasantía para empleadores locales sin saber si serán recontratados cuando el Ministerio deje de aportar una parte de su remuneración. En dialogo con DIARIOJUNIO el titular de esa oficina Ramón Pérez, afirmó que “generalmente las oportunidades se dan con las empresas foráneas, nosotros tuvimos un buena experiencia con supermercados y mayoristas que antes de publicar un aviso pasaron por la oficina, pero el empleador de Concordia por lo general es reacio a tomar chicos de la oficina”
A dos años de la implementación del programa en Concordia, los números no son muy alentadores. Más allá de que siempre es bueno que los jóvenes se capaciten, y más aún si se les puede dar un incentivo económico, ya que muchos dejan trabajos informales por concurrir a los talleres o para terminar la escuela, lo cierto es que a la hora de los resultados, Concordia hace agua.
En otras palabras, los jóvenes y los administrativos de la oficina de estatal de Empleo, no logran capitalizar en puestos de laborales, el trabajo realizado.
Según precisó a DIARIOJUNIO el director municipal de Trabajo y Capacitación, Ramón Pérez, actualmente hay 2000 jóvenes beneficiarios de este programa, que concurren a las capacitaciones en distintos barrios, o están terminando sus estudios gracias al programa, ya que perciben un incentivo de $400 pesos por mes por hacerlo, y con esto se evita que dejen los estudios por un trabajo en negro.
Pero cuando llega la hora de conseguirles empleo, y a pesar de las facilidades que propone el programa, la tarea resulta -cuanto menos- frustrante.
Y como de muestra basta un botón, y los números son claros, no hace falta ni hacer las cuentas.
Según Pérez, de esos 2000 beneficiarios que hay actualmente, “solo uno quedó efectivo” en la empresa que lo contrató, y tal como lo aclaró el funcionario “Se trataba de una empresa que vino de afuera y se contactó con nosotros para pedir referencias, buscaban un supervisor para supermercado Día %, y después de probarlo lo dejaron efectivo”.
Pero aparte de esa, gratificante, y única experiencia positiva que se hizo efectiva, la gran mayoría de los jóvenes solo pueden contentarse con la capacitación y el incentivo que reciben.
Solo, un escaso grupo de 34 jóvenes (es decir el 1,2 %) trabajan –provisoriamente- en la modalidad de pasantías, que consiste en que el Ministerio de Trabajo les sigue pagando los $400 pesos mensuales, y el empleador privado solo debe completar el sueldo de acuerdo a las horas que el aspirante trabaje.
El objetivo de esta modalidad es que; cuando el joven cumpla los 24 años y quede fura del programa, la empresa lo contrate efectivo. Pero si bien esta propuesta parece caída del cielo, Pérez asegura que “no es fácil ubicar estas pasantías en Concordia, son muy pocos los empleadores que las aceptan y por lo general son empresas foráneas, con raíces en Buenos Aires, que están acostumbradas a trabajar con el programa, pero los empleadores locales son reacios a tomar chicos en la oficina de Empleo”.
Consultado respecto a la cantidad de empleadores que no tienen inscriptos a sus trabajadores –que en Concordia ronda solo en el sector comercial el 60%- y si esta podría ser la causa del desinterés de las empresas locales en acceder a una oportunidad tan provechosa -pero que exige necesariamente responsabilidad impositiva- Pérez dijo: “No tengo respuesta para eso, lógicamente que el empleador que acceda al programa debe cumplir una serie de requisitos porque la otra parte es el Estado, y lógicamente que esa puede ser una de las interpretaciones, pero no tengo un caso concreto que me conste como para afirmarlo”
En cuanto a los 34 beneficiarios que sí pudieron ubicar, Pérez precisó que: “Tenemos algunos en el sector de comercio, otro en servicios de reparación de fotocopiadoras y los últimos 10 que incluimos están trabajando en el videocable local”
Finalmente, el funcionario precisó que el programa de capacitación consta de “una capacitación obligatoria de dos meses que actualmente se está llevando a cavo en distintos lugares de Concordia, en la que se les enseña a esos jóvenes la parte de informática, estrategias de búsqueda de empleos, y tiene una parte de Seguridad e Higiene Laboral y otra de Derecho Laboral” Además el mismo programa promueve la finalización de estudios, por lo que desde los 18 años, los jóvenes pueden ingresar al programa auque o hallan terminado la secundaria, pero deben ser alumnos regulares de la institución.
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