miércoles, 4 de enero de 2012

Problemas y ajustes para los Estados Provinciales

[04/01/2012

06:43 ] La extensión del período de gracia del Programa Federal de Desendeudamiento hasta el 31 de diciembre de 2013 aliviará las necesidades financieras de las 17 provincias involucradas en $6900 millones de pesos el próximo año y en $6700 millones en 2013; Una de las condiciones para la efectivización de esta refinanciación es el envío de información relativa a la nómina de empleados activos y pasivos provinciales, rubro que en general se lleva más del 50% del gasto en este nivel de gobierno; Una oportunidad vital para darle más visibilidad del gasto a cualquier ciudadano argentino.
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Por Nadin Argañaraz
Esta extensión alivia de manera importante la necesidad de financiamiento de las provincias, evitándoles tener que salir a buscar fondos para pagar los servicios de la deuda que tienen con la Nación.
Pero esto no es el único problema de fondos de las provincias. La raíz de la cuestión vuelve a pasar por el déficit primario que están volviendo a registrar. Esto es lo que se conoce como el resultado "sobre la línea".
Ocurre que luego de un 2010, en el cual la distribución de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) acumulados por un monto de $9.644 millones, les permitió a las provincias mostrar un resultado después de intereses de deuda equilibrado, el 2011 marcará la vuelta al déficit del consolidado de provincias: el resultado primario se encontrará en un -0,4% del PIB (esto es un déficit primario del orden de los $7.250 millones), mientras que el déficit fiscal sería de -0,55%, cercano a los $10.800 millones.

Para al año 2012, el déficit primario podría estar entre el 0,4% y el 0,7% del PIB (entre $9.000 millones y $16.000 millones). Sumando las amortizaciones de deuda que vencen, aún con el anunciado refinanciamiento por parte del nivel superior de gobierno, permanece un bache financiero a cubrir.

Por lo tanto, no sorprende que las jurisdicciones subnacionales se encuentren activamente buscando fuentes adicionales de recursos: a las subas de alícuotas de tributos provinciales se suma la búsqueda de endeudamiento a corto y/o a largo plazo, situación que luce dificultosa en las condiciones actuales del mercado financiero interno y externo.

En conclusión, si bien la refinanciación de las deudas para el próximo bienio conlleva un alivio muy importante para las provincias que lo reciben, permanece una cuestión fundamental, que es la existencia de un desequilibrio sobre la línea, que de algún modo las jurisdicciones deben atacar. Desde el punto de vista del financiamiento, a diferencia de la Nación, las provincias no disponen de instrumentos como el uso de reservas o la emisión monetaria.
Con los mercados internacionales de crédito cerrados o de muy difícil acceso, con una presión tributaria legal encontrando su límite superior y una estructura de gasto rígida a la baja, las perspectivas de financiamiento del nivel subnacional de gobierno pasan por la posibilidad de que el nivel federal lo asista de alguna manera o por iniciar una reducción de aquéllos gastos más flexibles como la obra pública.
Este contexto es el que está llevando a algunas jurisdicciones a intentar sancionar leyes de emergencia económica o instrumentos legales que les permitan tener la posibilidad de achicar gastos o subir ingresos. En todo análisis que se haga de la relación Nación-Provincias, no debe ignorarse que sigue presente la necesidad de discutir una nueva ley de coparticipación federal de impuestos, que debiera haberse sancionado hace 15 años.


El autor es director general del Instituto Argentino Análisis Fiscal (IARAF).


Estas y otras notas han sido publicadas reiteradamente en medios periodísticos, sin que el ciudadano común le dé la verdadera importancia que va a tener en este año que se inicia y en los próximos, la prórroga del pago de las deudas provinciales y de la Ley de Responsabilidad Fiscal que vuelve a dejar sin límites los endeudamientos provinciales y municipales.
Hace algún tiempo proclamabamos que en el futuro inmediato la Nación intentaría dar otro paso hacia el sistema unitario que viene ejecutando desde el punto de vista financiero y que se traduce en una fuerte dependencia política de los gobiernos provinciales y locales.
La prórroga del periodo de gracia para el pago de las deudas para el año 2013, año electoral con fuerte connotación para el kirchnerismo y la baja de envío de recursos coparticipables desde la Nación hacia las provincias, hace necesario un ajuste del gasto público que ningún gobernante quiere afrontar.
Ante esa necesidad, surgen los conflictos sectoriales, como el que en estos momentos viven Santa Elena, Paraná y pronto otros municipios de la Provincia de Entre Ríos, así como en la provincia misma que en este mes de enero terminará de abonar los sueldos correspondientes a diciembre de 2011 el 17 de enero, con la connotación que ello trae a los empleados públicos en cuanto a vencimientos de tarjetas, servicios etc.
El ajuste comienza a ser una palabra corriente en el Gobierno de Sergio Urribarri, incluso en reuniones de legisladores y gabinete, el tema se está planteando seriamente.
Pero ¿ es el empleado público o el aumento de impuestos o tasas la variante del ajuste?
No, son las  más fáciles para el Estado, pero no las indicadas para bajar el gasto público, que hace agua y aumenta proporcionalmente al ego de los gobernantes.
El Estado Provincial, asi como los municipales pueden manejar innumerables variantes de ajustes antes que el empleado público. Pero la falta de creatividad, de conocimiento y de estudio de esas variables, sumado a la incapacidad de reconocer los errores cometidos y el vuelo emprendido tras un proyecto de "unitarización" de la economía argentina y la falta de decisión de política, llevan a los intendentes, principalmente a un camino sin retorno.
Entre Ríos ya ha sufrido crisis semejantes, en menor o mayor medida que la actual. Resolverla es decisión de sus gobernantes.
No se puede vivir "pateando" los problemas para adelante, aunque eso es lo común en gobernantes que no poseen visión estratétiga ( y no les interesa) del futuro de la institución que dirigen.
2012 será un año difícil, pero más lo serán los años próximos, en los que la necesidad imperiosa de seguir acumulando poder los ciega y los hace gastar más allá de sus límites.
El empleo público es la columna vertebral de la economía provincial, a pesar de los intentos de diversificación y las decisiones que sobre él se tomen repercutirán sobre la sociedad entera.
Lo triste de esta situación es que desde el año 2009 se la viene adelantando pero la soberbia y la ambición nos pueden llevar otra vez al colapso.

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